Alternativas frente a la contaminación digital provocada por los dispositivos inteligentes
El mundo actual cuenta con aproximadamente 25.000 millones de dispositivos inteligentes. Sí, leíste bien, no tenés que ir al oculista.
Estos aparatos, que facilitan ciertos aspectos de nuestras vidas, también tienen un lado oscuro, siendo los responsables del 4 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y consumen entre el 1 % y un 2 % de la electricidad global.
Este fenómeno se lo conoce como contaminación digital, un problema creciente en nuestra sociedad hiperconectada.
Fotografías digitales, el consumo energético oculto
Uno de los usos más frecuentes del smartphone, es la fotografía. Según estimaciones, 9 de cada 10 fotografías se toman con teléfonos móviles.
Rise Above Research calculó en 2023 que existen cerca de 10 billones de fotos almacenadas en teléfonos, nubes y otros medios a nivel mundial. En España, este número asciende a más de 30.000 millones.
La energía consumida para almacenar estas fotografías, mayoritariamente, no proviene de fuentes renovables, lo que da como resultado la emisión de toneladas de CO₂ a la atmósfera.
Sorprendentemente, la mayoría de la población no es consciente de este impacto, ya que no es visible a simple vista. Por ejemplo, tener mil fotos guardadas en el teléfono consumiría la energía equivalente a cargar 8 móviles.
La cultura de la acumulación y la falta de concienciación
El problema principal radica en la falta de concienciación social. Tendemos a acumular información digital, como emails, vídeos, archivos y fotografías, sin considerar sus consecuencias ambientales.
Supuestamente, hay un estudio realizado por Cheerz (si alguien encuentra el vínculo al estudio que avise), en donde se revelaría que una de cada tres fotos guardadas en móviles españoles no tiene relevancia para sus propietarios.
Para sumar a todo este asunto, el 63 % de los españoles tendrían tendencias a acumular fotografías en sus dispositivos sin la costumbre de eliminar aquellas que no son relevantes.
La reflexión sobre la impresión y la higiene digital
En una nota de prensa, Qui Marín, directora del Sur de Europa de Cheerz, reflexiona sobre la concienciación social respecto a la impresión de fotografías.
La sociedad ha avanzado en entender la importancia de imprimir solo lo necesario para evitar el desperdicio de recursos y la deforestación. Sin embargo, la facilidad de tomar fotografías con móviles ha eclipsado el impacto ambiental de esta práctica.
Según datos de Cheerz, el 46 % de los españoles rara vez imprime fotos, reservándolo para ocasiones especiales.
Marín sugiere que adoptar prácticas de higiene digital, como eliminar lo innecesario e imprimir solo las fotos que deseamos conservar, podría reducir significativamente nuestro impacto ambiental.
Si es la primera vez que oís hablar de contaminación digital, no te preocupes que no estás solo.
Supongo que con el correr de los años, este será un tema que merezca mayor atención, difusión y concienciación, dado que a medida que nuestra dependencia de la tecnología aumenta, también lo tendría que hacer nuestra responsabilidad de adoptar prácticas sostenibles para reducir nuestra huella ambiental.
Nota del autor: Llama la atención, como otros tipos de contaminación digital tienen mayor visibilidad, como es el caso de la minería de algunas criptomonendas (aunque hay matices). Quizás sea por el interés que algunas instituciones tienen en el tema, que conviene «ponerlo sobre la mesa»; pero bueno, ya nos estamos adentrando en el mundo de las conspiraciones (¿o no?).
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